jueves, 27 de enero de 2011

el día que cambió el rumbo

Iker casillas, Carles puyol, Gerard Piqué, Joan Capedvila, Sergio Ramos, Xavi Hernández, Andrés Iniesta, Sergi Busquets, Xabi Alonso, Pedro Rodríquez, David Villa…Iker Casillas, Carles Puyol... ¿Quién no puede cerrar los ojos y repetir una y otra vez esos once nombres?
La historia del mundial de Sudáfrica acaba y empieza un 11 de julio en  Johannesburgo,  se queda estancada en el minuto 115 de la prórroga de aquella noche calurosa. Ese segundo, eterno, bello, quieto, en el que Andrés Iniesta, mira portería, el esférico cae del bote, y queda muerto en el pie del fútbol hecho hombre.  Millones de españoles quedan en el aire, el tiempo se para, todos los ojos siguen la pelota que entra rascada al lado del holandés. Algunos miramos al linier, mientras otros , sin dejar de cerrar la boca, siguen pregúntadose si  ha entrado…de pronto zás, el tiempo vuelve a correr, los segundos vuelven a ser segundos, las bocas se preparan para el grito. Es en ese momento, en el que el manchego corre hacia el córner, cuando la improvisación, el placer de ser campeón del mundo se apodera del hombre y estalla la emoción. Tengas quien tengas al lado, te abrazas, lloras, ríes. Son, somos campeones del mundo y es algo que sólo se puede saber cuando ocurre.
Para muchos españoles, que como yo, vivimos fuera de nuestro país, aquel momento fue duro y a la vez especial. En ese momento echas de menos a familia y a amigos, echas de menos el calor de tu hogar y de tu gente. Algunos llamamos emocionados a nuestros padres, otros a hermanos y amigos. pero , tras el pitido final de aquel Howard Webb que nadie olvidará, muchos de nosotros acabamos llorando de la emoción junto a españoles que no conocíamos tanto, también algún foráneo se unía a la fiesta y aquel también fue un sabor especial.
Ver a tu país unido, vibrando sobre una misma visión, comprobar que esos once heróes españoles han hecho un buen trabajo en nombre de su país, que han dejado a España en el lugar más alto del podio, es sencillamente maravilloso y grande. Es algo irrepetible que nunca se debe olvidar, es un gracias todos los días.
 Y porque mucha gente que sufría fue feliz,  porque mucha gente enferma sonrió, porque por un momento España se quitó de complejos y volvió a ser grande y porque subió al lugar que se merece. Nunca  bajes de ahí.

No hay comentarios:

Publicar un comentario