Quizás muchos de ustedes no lo sepan pero
Madrid fue por primera vez capital de España allá por la época de nuestro
rey Felipe II en 1561. A pesar de todo,
su historia orgullosa como ciudad se remonta a muchos siglos antes. Incluso, se
estudia ahora si hubo asentamientos prerromanos y visigodos.
En diferentes épocas la capitalidad del Reino
se ha ido desplazando circunstancialmente a otras ciudades, pero siempre la
villa de Madrid volvía a presumir de punto de referencia de la nación.
Seguro que muchos de ustedes no saben tampoco
que el madroño del escudo de la ciudad, no fue madroño si no árbol de frutos
rojos, hasta que los frutos del madroño salvaron a parte de la ciudad de una
plaga y se decidió que fuera el árbol representativo de la ciudad.
Madrid tiene tanta historia como anécdotas. Un
paseo por el Madrid más tenebroso de los bandoleros como Luis Candelas o las
intrigas que rodeaban a políticos como Juan Escobedo, asesinado
misteriosamente. Una visión orgullosa sin duda, a un cuadro de Goya de ese
levantamiento del pueblo de Madrid contra los franceses.
Histórico Madrid, absorbente, pasional,
abierto, cosmopolita, lúcido de día y con algunas sombras en las largas noches
de verano.
Los gatos de aquí y los adoptados de allá
somos los mejores embajadores de Madrid. Nuestra simpatía y disponibilidad para
el foráneo es insignia de nuestra urbe. El turismo crece, en parte, fruto de
factores externos, eso es indudable. Pero también cobra importancia el avance
en nuestra oferta gastronómica y hotelera. Pero, ay amigos, qué tiene Madrid,
que lo podría tener todo para ser una capital mundial, venerada y visitada a
partes iguales. Qué es uno de los factores que falla en nuestra villa que nos
impide salir a la calle y gritar a los cuatro vientos: “Somos los mejores”.
Pues bien queridos lectores, ustedes y yo lo
sabemos. Madrid tiene el peor equipo de gobierno de la ciudad en décadas. El
declive del Ayuntamiento de Madrid, con un presupuesto de casi 4900 millones de
euros en este año, es demoledor. Empezó con la nefasta etapa de Ana Botella en
el Ayuntamiento con una gestión poco transparente y poco proactiva sin reparar
en el bien del ciudadano.
Pero con la llegada de Manuela Carmena y su
grupito de “expertos” el tema ha ido a peor. Un nuevo mejunje- grupo municipal
con decenas de guerras internas, cada uno con ideología y capacidad diversa,
sostenidos por un PSOE que atraviesa uno de sus peores momentos, con unos
resultados paupérrimos en las últimas elecciones y ejerciendo una oposición
maniatada, débil y sin compromiso con los madrileños.
¿Saben ustedes el porcentaje de inversiones públicas ejecutados en
2016 a Julio por el equipo de Ahora Madrid? El 6.42%. ¿Saben lo que llevábamos
ejecutados a estas alturas del 2014? El 30%. Es la mejor manera de explicar
brevemente la incapacidad de gestión de este equipo que les lleva al engaño y
les explico cómo. Ustedes no pararán de leer titulares sobre la excelente
amortización de deuda del equipo de Carmena. Hasta Pablo Iglesias se echaba
confeti por encima hablando del éxito de
Ahora Madrid. Pues bien sepan ustedes que, aunque la amortización de deuda se
está realizando a los tipos de interés vigentes en el momento de su emisión, por
la Ley de Estabilidad Presupuestaria, el remanente de caja (derivado de un
presupuesto para 2015 aprobado por el consistorio del PP…) debe emplearse en amortizar
deuda o realizar inversiones financieramente sostenibles, de las que hablaré
más adelante.
Inversiones financieramente sostenibles que no
se están ejecutando apenas, así que estos señores se están gastando ese dinero
en amortizar deuda sin más. Luego se comen la cabeza para venderle al ciudadano
que están amortizando esa deuda gracias al fabuloso trabajo de Ahora Madrid.
Se han destinado 266 millones de euros en este
año 2016 a las mencionadas inversiones financieramente sostenibles que no han
llegado a ejecutarse en un 2% en muchos de los distritos, obras que eran
necesarias en colegios, polideportivos, centros de mayores.
Pero oigan, señores de Ahora Madrid,
explíquenme si al menos estamos mejorando los servicios del Ayuntamiento. No sé,
quizás háblenme del servicio de basuras. Den un paseo por cualquier calle de
Madrid. Pero no miren el suelo, porque se encontrarán mierda por todos los
lados. Y pregúntense si han tenido oportunidad de romper ese desastre de
contrato blindado del PP(sí, gracias a la Ley Montoro) que tanto mencionan
quitándose las culpas.
Sí, hay opciones de buscar soluciones para el
conflicto que dura ya meses, y sí, hay poco personal y mucha basura. Pero la
solución debe llegar. Los madrileños exigimos una ciudad limpia. No pueden
echar sólo la culpa a la educación de la gente y poner a Carmena a repartir
ceniceros a los niños para que recojan colillas. Ustedes ,os digo, hagan su
trabajo.
No se trata de remunicipalizar, cómo les gusta
esa palabra amigos, todo. Se trata de ofrecer el mejor servicio a los
madrileños, sin más. Una buena gestión requiere recursos y experiencia. Y hay
veces, no siempre, que la gestión privada ofrece una mejor solución dando un
buen resultado para la administración que, al final en el cómputo global,
ahorra costes, y un buen resultado a los vecinos.
No tengan miedo a escuchar a la gente.
Escuchar no es hacer unos presupuestos participativos con una ínfima
participación o gastarse millones de euros en una radio sin control de la
oposición. Hagan caso al hastío del personal. Al cansancio de muchos
funcionarios que ya están hartos de su pobre gestión. Aprovechen el talento de
los técnicos del Ayuntamiento independientemente de su ideología.
Gobiernen para todos los madrileños. Respeten
nuestras tradiciones, nuestra cultura y sobre todo nuestra diversidad. Madrid
es un concepto tan amplio que nunca conseguirán empequeñecerlo ni segregarlo.
Madrid siempre será de todos los que paseen por sus calles.
No lo olviden.
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