sábado, 21 de mayo de 2011

CHECK IN...NEWCASTLE

Newcastle y Londres son como el culo y la cabeza en un cuerpo humano. Tan necesarios como distintos a la vez, no puedes vivir sin tu cabeza, sin un cerebro y una memoria, pero… y quién puede vivir sin un culo. Cuando algún dolor surge, certero y punzante de esa zona noble de la anatomía, quién puede resistirse. Imprescindibles ambos, pero distintos en todo.
Newcastle Upon Tyne, ciudad situada al noreste de Inglaterra, cerca de la frontera con Escocia y situada a las orillas del rio Tyne (algún avezado lector con conocimiento de idiomas se ha podido percartar leyendo el nombre de la urbe…) , es la sexta ciudad más habitada del país anglosajón y sus orígenes se remontan al muro de Adriano, muralla construida en la época romana, siglo II d.c. que recorre el suelo inglés y que honra al afamado emperador. Una vez sabido el por qué del Tyne, bueno es conocer la razón del Newcastle. Siguiendo una lógica aplastante descubrimos que un Nuevo castillo levantado en las ruinas del muro de Adriano da lugar al nombre completo.
La fama gris e industrial de la que goza la ciudad además de falsa, es atribuible a la actividad principal de Newcastle hasta los años 70,  cuando la industria del carbón acaparaba la actividad económica. Años más tarde, una nueva corriente “verde” que se extendía por Europa, contagió a la ciudad que se decidió a limpiar el río y a terminar con la producción indeseable de gases y contaminantes.
El resultado es un bonito canal en el que se extienden más o menos siete gloriosos y diferentes puentes, cuyo clímax se explica en el puente del milenio,  cuyo diseño futurista engrandece a la ciudad.
Si como afirmaba antes, Londres es la capital financiera y política del país, el norte es un laberinto sin salida. Una población joven y deprimida, se encuentra sin trabajo y con una gran adicción a las drogas, donde destaca el alcohol y la heroína.
Es esta una ciudad universitaria con una afamada vida nocturna, conocidas sus despedidas de soltero/a (hen/stag party) y sus más de decenas de clubs lo garantizan. La cerveza es la bebida favorita de todo inglés de buena familia, y las pintas comienzan desde las seis hasta bien entrada la noche. Lo que en España empezaría a las diez y acabaría con los pájaros cantando, en Inglaterra empieza nada más salir de trabajar y acaba a las dos con gente muy perjudicada y peleas varias.
Estos hijos de la Gran Bretaña son realmente trabajadores, la mano de obra del país es claramente inglesa, mientras que los inmigrantes son aceptados mientras sean cualificados en su mayoría o, con al menos, un permiso de trabajo.
La natalidad es alta, y la edad media de las madres primerizas es muy baja. Los medios anticonceptivos no son usados con frecuencia y fábricas como Durex o Control aquí no tienen nada que hacer. Píldoras del día después e ignorancia abundan y van de la mano.
De las primeras cosas que te das cuenta nada más llegar a Newcastle es que estás jodido con el idioma. El inglés que has estado estudiando toda tu vida, los intercambios, las academias, los exámenes se van a la mierda en la primera frase que algún paisano te dedica, el “ geordie” se convertirá a partir de ahora en tu idioma y hacerte el oído al dialecto será tu reto en los próximos meses. Ejemplo; un geordie lee my summer así (mi sume). Un inglés estudiado de Londrés te dice esto (mai samer). Cómo veis , algo tan sencillo se convierte en un infierno.
La temperatura no ayuda a adaptarte, te mina la moral y te invita a volverte al solete español. Sólo el verano es suave. El otoño desaparece y el invierno comienza con una nevada y acaba dos meses más tarde, cuando el manto blanco de la calle se larga. Las nubes juegan a calarte, nevarte o desparecer en una misma tarde y tú al quinto  paragüas roto, sólo quieres empezar a ahorrar dinero y olvidarte de comprar cosas inútiles.
Es fácil llevarse bien con un inglés pero es otro rollo llegar a ser su amigo. Son sonrientes y extremademente falsos en el trato. Mítica es la sonrisa de cara y la puñalada espaldera que no te esperas. No son gente racista, o al menos por un rato. Si no eres su ambiente les cuesta crear un vínculo. Esto se acentúa en el mundo femenino. El gossiping no sólo se ve en la prensa, amarilla fosforita, sino que también en todo grupo de mujeres en el que al menos haya dos.
Conocidos son sus coches y carreteras diferentes, sistema de trenes, moneda, sistema de medida y peso y las conocidas millas. Ellos son diferentes y se sienten orgullosos y únicos.
Se nota un cierto agotamiento de la política e impotencia generalizada. Todos son iguales y votar a uno u otro no nos da una vida mejor. La familia real es claramente prescindible y su situación de potencia mundial les da un aire de superioridad en el mundo que muestran sin sonrojo con un humor soberbio y sinceramente, sin gracia.
No son excesivamente religiosos, siendo el anglicanismo la religión de cabecera. Las tasas de divorcios perfilan una larga sombra en la pirámide social. Y sus vacaciones se resumen en una juventud llena de alcohol en España, Grecia y Turquía, y una vejez en los mismos lugares, eso sí sin tanto alcohol.
Este artículo que aquí termina, es una generalización del mundo inglés que para nada borra las magníficas excepciones que, con el paso del tiempo, he podido conocer y disfrutar. Mi recomendación es siempre visitar y conocer un sitio antes de hablar de él. Como decía Arturo Graf; la sabiduría y la razón hablan, la ignorancia y el error ladran.